Bueno este es un especial del pasado de Seiya, ojala les guste.
Capitulo 9: Seiya y Misaki
Seiya se encontraba recostado a la sombra de un gran árbol, todo parecia tranquilo, hasta que el ambiente se volvio denso y un gran youki se sintio.
El hanyou se puso alerta, saco su espada y espero a que el youkai apareciera.
Detras de unos grandes arbustos un demonio en forma de gato gigante blanco aparecio, al ver a Seiya el gato rugio.
—¿Quien eres y que haces en mis tierras? —dijo el gran felino.
—¿Tus tierras?, jajaja no me hagas reir... cualquiera sabe que estas eran las tierras de Inu No Taisho— dijo Seiya burlonamente.
—Si, pero el perrucho esta muerto y ahora estas tierras me pertenecen —dijo el gato mientras se avalansava sobre el medio demonio.
Seiya esquivo el ataque, guardo su espada y tomo la forma de un gran perro de color bronce.
El gato trato de tirarsele encima pero Seiya de una mordida tomo al gato de su lomo y lo arrojo contra un árbol.
El youkai enojado abrió su osico y grandes rayos salieron de su boca, aunque Seiya trato de esquivarlo no pudo evitar que un rayo le quemara la espada y volviera a su forma original.
—Jajaja, deberías saber bien que transformarte niño...—dijo el gato de formal burlona, pensando de tenia ganada esta batalla.
El hanyou apesar de sus heridas se levanto y saco su espada y con sus ultimas fuerzas ejecuto su poder.
—...¡¡Dokukyoku!!— grito y las ondas venenosas derritieron todo a su paso incluso al demonio.
Seiya con una sonrisa arrogante guardo su espada y se dejo caer.
Misaki pov´s
Pero que se creía esa Shiori, mandándome siempre, se que soy sacerdotisa y mi obligacion es ayudar pero esa mujer se pasa.
Después de pensar muchas cosas groseras sobre Shiori, una chica malcriada de mi aldea, pude ver a un joven recostado en el suelo con graves heridas, sin pensarlo voy en su ayuda.
—¡Oye!, ¿amiguito estas bien? ¡mira tu heridas!, tranquilo yo te voy a ayudar —decia pero cuando quise levantar al joven me di cuenta que pesaba mucho.
Después de muchos intentos pude llevarlo a la cabaña que en estos momentos usaba.
Cure las heridas de su espalda, brazos y piernas, cuando mi trabajo quedo concluido me palmee mentalmente sintiendo orgullosa.
—¡Kyaaa!, ¡soy la mejor! — tape mi boca rápida mente y me sonroje, el pobre muchacho estaba descansando y yo gritando como una desquisiada.
Me reprendí mentalmente y fije mi viste en el muchacho, era muy guapo, tenia el cabello de color bronce, una cejas finas pero masculinas y un cuerpo bien formado...
¡Diablos Misaki! ¿en que piensas?.
El muchacho despertó de apoco, yo me acerque a él, pero apenas me vio trato de pararse mientras sus ojos azules me miraban con desconfiansa.
—¿Quien eres? —el joven me miro de arriba a bajo, yo me sonroje —¡Eres una sacerdotisa! —grito.
—Oye es mejor que te recuestes, estas muy herido... debes descansar —le dije pero cuando quise acercarme me gruño.
—No te me acerques si no quieres que te mate —me dijo de una manera tan sombría que casi, casi me dio miedo.
—Ush!, sos un mal educado en sima que te curo las heridas vos me decís eso... por lo menos tendrías que darme las gracias—dije enojada.
—¿Gracias? —
—De nada —dije sonriente al que el solo me gruño, escuche voces afuera —Aah bueno es mejor que me valla, seguro Shiori se preguntara donde me metí en toda la tarde...bueno fue un placer conocerte amiguito— tome mis cosas y antes de marchar me voltee a verlo — Por cierto soy Misaki...—
Después de eso pase una semana sin verlo, en la mañana me encontraba luchando con un extraño youkai de 2 cabezas, esto se me complicaba más, cada vez estaba más cansada y cuando todo parecía perdido, mi príncipe de ojos azules me salvo.
—¿Estas bien? — me pregunto, yo solo asentí, después todo se volvió negro.
Desperté en una cabaña, tenia un paño húmedo en la frente pero al sentarme callo en mi regazo.
—Seiya...—escuche su voz.
—¿Eh?...—la verdad no entendía lo que el amigito me decía.
—Vos me dijiste que te llamas Misaki, pues yo soy...Seiya—me dijo todo sonrojado.
—Entonces, mucho gusto Seiya —le dije sonriente.
Seiya Pov´s
Ya había paso 3 hermosos años desde que conocí a la dueña de mi corazón.
Ahora estábamos en medio camino, ya que a Misaki le habían ordenado llevar un Zafiro que incrementa los poderes de la espada a un terrateniente.
Llevábamos mucho tiempo caminando y ahora la miko tenia que parar, aveces me molesta su condición humana, pero que se le va hacer, pero algo era seguro...
Tenia hambre y estaba aburrido y la muy tonta solo observaba bichos.
—Misaki, deja eso...siempre te gustan los bichos raros ¿no? —dije aburrido.
—Si me gustaste vos, entonces si...si me gustan los bichos raros jeje...—dijo Misaki mientras sostenía en su mano a un extraño escarabajo.
—Tks!, no molestes... ¿y bien? ¿cuando comemos? —pregunte mientras escuchaba mi estomago rugir.
Escuche a Miraki reír, se levanto y fue hacia el rió, antes de llegar sentí un fuerte youki, no me gusto nada pero antes que pueda advertirle a Misaki, ella fue atravesada en su torso derecho por un látigo venenoso.
—¿Quien se atreve a usmear en mis tierras?...—dijo un hombre alto de larga cabellera plateada y ojos dorados.
—Amo bonito, no deje que estos intrusos se valla, denle su merecido por invadir sus tierras...—decia un extraño youkai verde.
—Espere esto es un mal entendido, nosotros no sabíamos que esta eran sus tierras, pero ya mismo nos iremos..—decia dificultosa mente Misaki, el muy maldito la había herido.
Eso hizo que mi rabia y enojo crecieran, desenvaine a Doragon y empecé a batallar con él.
Pero mis ataques ni siquiera le hacían daño.
—Usted puede amo Sesshomaru, mate al intruso...—decia el asqueroso tipejo.
Yo sabia que el sujeto tenia razón para atacarnos, ya que yo no debía estar aquí sin su permiso, pero cuando hirió a Misaki no pude contenerme.
Estaba muy herido, el sujeto mando un latigaso de veneno pero una flecha sagrada impidió el ataque..
El sujeto miro hacia arriba y lanzo otro ataque hacia Misaki, ella grito de dolor, en mi enojo levante mi espada y lo herí en su hombro derecho.
Él solo me miro y después se elevo y desapareció en el aire.
Me levante preocupado a ver a la miko, ella estaba azul, el veneno la estaba afectando.
—Tranquila, te pondrás bien...—le dije, no quería perderla.
Llego el amanecer y Misaki empeoro, su vida pendía de un hilo y pude ver que su muerte era lenta y dolorosa.
—Por...por favor Sei...Seiya, deten...el...el dolor—me dijo, yo solo asentí, me era muy duro hacer esto pero ella estaba sufriendo.
La abrace una ultima vez, ella me susurro algo al oído, me separe de ella y nos besamos.
Esa era nuestra trágica despedida.
La recoste otra vez un el futon, desvaine mi espada, ella me sonrió y cerro sus ojos, le corte en un punto de su cuello con mi espada, no le di dolor a ella pero si a mi.
Envolví su cuerpo, la recoste en el rió y deje que el agua se la llevara, llore toda la noche.
En mis manos tenia su zafiro, lo fusione con mi espada, solo para poder tener mi venganza contra ese sujeto llamado Sesshomaru.
Al otro día simplemente volví a todo lo que hacia antes de Misaki, pero si fuera por mi yo la seguiría al otro mundo, pero no podía por lo que ella me susurro antes de morir: "vive".
Y eso es lo que haría, viviría por mi amada Misaki.
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