viernes, 16 de marzo de 2012

La venganza de InuYasha Cap.11

Capítulo 11: ¿Sueñor?


Sueño de Kagome:








— Achu!...Achu! —se tapa la nariz y pone sus manos en el fuego.





Un hombre de cabellera plateada la mira y va con ella.





—No me digas que ya te enfermaste —le dice mientras pone su haori sobre ella.





—No, lo que pasa es que alguien debe estar hablando de mi...Achu! —se tapa la nariz otra vez.





—Ah, pequeña ingenua...¿quien querría estar hablando de ti?— pone su mano en la frente de la chica y luego en la suya— Mmm...se ve que no tienes fiebre...—







—Me gusta cuando te preocupas por mi —le dice mientras se sonroja y se apoya sobre él, también haciéndolo sonrojar.





—Mmm..me parece que si te esta dando fiebre...—le dice todo sonrojado.





—Ya dejalo, no le prestes atención...—le dice la chica.





Fin del sueño...







Kagome parpadea un poco, el sueño la tiene confundida ya que muchas veces sueña con ese hombre de cabellera plateada.





—Buenos días, ¿tienes hambre o quieres descansar un poco más? —le dice Seiya que esta a su lado.







—Emmm, si vamos a pescar algo para comer con el señor Inuyasha y sus amigos...hoy partiremos en busca de Naraku y creo que debemos llevar comida de más— le dice Kagome.





—Como tu quieras —le dice enojado, ya que la mención del nombre del oji-dorado no le gusto nada.





OoOoOoOoOoO




Mientras tanto el grupo que busca los fragmentos de Shikon empezaban a despertar.









—¡¡¡Buenos días!!!—grito feliz Sango asustando a sus compañeros.









—¡Aah! ¡¿Donde es el incendio?! —gritaron los muchachos asustados.









Sango los miro sonrojada, ella no quería asustar a los chicos pero hoy se había levantado de buen humor.









Después de discutir con la taijiya, el grupo se reunió con Kagome y Seiya.









—Buenos días, ¿nesecitan ayuda? —pregunto cortes mente el monje.









—Nop, descuiden ustedes desayunen y cuando quieran podemos empezar a viajar—les dijo sonriente la miko.









Todos estaban hablando amena mente, ya en la hora de partir, Kagome se interno en el bosque, Inuyasha al ver a la miko irse algo dentro suyo le dijo que la siguiera para ver que no le sucediera nada malo.









Kagome llego hasta 3 tumbas y se arrodillo frente a ellas.



—Inuyasha ven...—le dijo la miko, ella ya sabia que Inuyasha la seguía.









—¿Que sucede? —le dijo sonrojado, se sintió apenado verse descubierto.





—Esta es la tumba de mi familia...—decia la miko viendo esas 3 tumbas.






Inuyasha vio las tumbas y leyo: "Yusuke Urameshi", "Sasuke Urameshi", "Keiko Urameshi".





—¿Los extrañas? —le dijo el hanyou.





—No...se que suena mal, pero no los recuerdo...quisiera pero no, en ves de aparecerme unos recuerdos de ellos aparece...—la miko cayo de repente y volteo a ver al chico.



—¿Que sucede? —dijo incomodo Inuyasha al ver la intensa mirada de la sacerdotisa.




—No...él no puede ser el joven que veo en mis sueños...¿ o si?...pero el chico de mis sueños tiene una hermosa mirada y estos ojos son tan tristes...—pensaba la miko, no pudo aguantarlo más y salio corriendo del lugar dejando a un hanyou muy confundido.

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